MAPAS CONCEPTUALES
MAPAS CONCEPTUALES
Los mapas conceptuales son un potente instrumento de enseñanza-aprendizaje. La utilización de esta herramienta en el aula permite construir un aprendizaje significativo, proceso en el que los alumnos se convierten en auténticos agentes en la construcción del conocimiento relacionando los nuevos conceptos con los ya existentes en una estructura organizada.El mapa conceptual presenta una serie de características que lo diferencian del esquema tradicional convirtiéndolo en un instrumento mucho más útil, ágil y versátil.
Los aspectos básicos y formales de los mapas permiten que el profesor/a pueda utilizarlo para:
Realizar una presentación inicial del tema o de la unidad, facilitando así que los alumnos incorporen los nuevos conocimientos a un esquema previo. En este caso el mapa no será exhaustivo, sino que funcionará más a modo de una estructura, de un organizador previo de contenidos que posteriormente el alumno irá rellenando.
Establecer unos límites en los conceptos y relaciones del tema que se deba exponer o desarrollar en clase. En muchas ocasiones, los profesores nos entusiasmamos hasta tal punto con la trascendencia o las implicaciones de un determinado tema, que nos resulta muy difícil decidir no explicar algunas de las cuestiones relacionadas. El mapa agiliza esta tarea del profesor, al mismo tiempo que facilita el trabajo de comprensión en los alumnos.
Elaborar una visión global y completa al finalizar el desarrollo de la unidad. En este momento el profesor ya está en disposición de pedir a sus alumnos que completen el mapa inicial añadiendo a los conceptos fundamentales otros no tan inclusivos, explicitando todas las relaciones entre ellos, incluso solicitando que se realice la relación de esta unidad con las anteriores.
Por último, otra de las utilidades más significativas del mapa conceptual para el profesor es la evaluación y seguimiento del aprendizaje del alumno. El mapa se puede utilizar tanto para la evaluación inicial y diagnosticar los conocimientos previos del alumno, como para la evaluación formativa realizada durante el proceso didáctico, o la sumativa realizada al final del proceso con el fin de calificar el grado de aprendizaje.
En cualquier tipo de evaluación se tendrá en cuenta por un lado la selección y jerarquización de conceptos, y por otro, el establecimiento de relaciones (las verticales entre los distintos niveles del mapa, y en último lugar las transversales que muestran relaciones entre las distintas partes del mapa).
El alumno aprende con la utilización del mapa a tomar conciencia de sus conocimientos previos, a organizar la nueva información relacionándola con la de temas anteriores, y a elaborar resúmenes y síntesis diferenciando lo fundamental de lo accesorio; todo ello se convierte en una herramienta muy potente para facilitar el recuerdo de todo lo que debe conocer.
Por último, el mapa conceptual es también un poderoso instrumento para que el alumno/a aprenda a escribir de forma ordenada, tanto en la estructura del discurso como en la elaboración de frases. Este objetivo se alcanza al pedir al alumno que realice la operación inversa a la elaboración del mapa, es decir, pasar del mapa a un documento escrito.
EJEMPLO DE MC
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Los elementos fundamentales que componen un mapa conceptual son:
- Los conceptos: regularidad en los acontecimientos o en los objetos que se designa a través de un término. «Libro», «mamífero», o «atmósfera» son ejemplos de conceptos.
- Palabras de enlace: que se utilizan para unir los conceptos y para indicar el tipo de relación que se establece entre ellos. Por ejemplo, si relacionamos los conceptos «edad» y «experiencia», mediante las palabras de enlace «proporciona» o «modifica», las proposiciones que genera son parecidas pero no idénticas.
- Las proposiciones: dos o más términos conceptuales unidos por palabras para formar una unidad semántica. «La ciudad tiene una zona industrial» o «el ser humano necesita oxígeno» son ejemplos de proposiciones.
Puesto que se produce más fácilmente un aprendizaje significativo cuando los nuevos conceptos o significados conceptuales se engloban bajo otros conceptos más amplios, más inclusivos, los mapas conceptuales deben ser jerárquicos; es decir, los conceptos más generales e inclusivos deben situarse en la parte superior del mapa y los conceptos progresivamente más específicos y menos inclusivos, en la inferior. La figura muestra uno de estos mapas sobre el agua y otros conceptos relacionados. Tal como se aprecia en la figura, a veces es útil incluir en la base del mapa conceptual objetos o hechos específicos que ilustren el origen del significado del concepto (la regularidad que se representa).